Y hoy me dejas

Me dejas. ¿Por qué? Porque no puedes tenerme, porque no podemos vernos, porque no puedo darte la respuesta que esperas (al menos ahora) aunque sé que llevas mucho tiempo esperándola, porque estamos muy lejos el uno del otro, porque nuestras vidas son muy distintas y están colmadas de ataduras. Nuestra situación es muy injusta para los dos, especialmente para ti. Lo sé. Dos personas que se quieren deberían poder estar juntas, olvidarse de todo lo anterior, amarse libremente. Desgraciadamente, no siempre es así.

Pero, ¿no es lo más importante lo que sentimos el uno por el otro? Necesito sentirte cerca, seguir manteniendo la ilusión de hablarnos todos los días, a nuestra manera.

Me has dicho que algún día sabes que te vas a cansar de estar así. No necesito saber más: ya me has dicho bastante. Jamás pensé que fuera a llegar este momento. Dices que lo sabes "por experiencia, que no es nada personal, que la distancia es lo que tiene, que prefieres las miradas y los susurros, que los mensajes y los emails te cansarán algún día". Claro, supongo que todos preferimos tener al lado a la persona que amamos pero, al menos a mi parecer, necesito mucho más que un susurro, necesito sentirme amada por él, esté donde esté. Pero ésta es tu elección y la respeto. No tengo intención de luchar ni de intentar convencerte ni de pedirte tiempo para solucionar mi situación.

Me siento herida y tú ni te has dado cuenta. Será porque estoy muy acostumbrada a no revelar mis sentimientos, a mostrar una sonrisa siempre aunque por dentro esté deseando acabar con todo de una vez. Quizás me ha ya dado cuenta de que lo que yo siento por ti no es recíproco.

A pesar de todo, me costará dejar de quererte y sé que nunca te olvidaré.